#Orígenes (2): El cacao
La domesticación del cacao en la América precolombina. Estudios genéticos muestran su uso y adaptación a nuevos entornos mucho antes de lo que se pensaba.
‘Alimento de los dioses’. Esta es la traducción literal de Theobroma en griego, género botánico al cual pertenece el cacao. Y no es para menos. Del procesamiento de sus semillas se obtiene uno de los manjares más valorados del mundo: el chocolate. Esta palabra empleada mundialmente deriva del náhuatl, una antigua lengua mexicana, cuyo significado es ‘agua amarga’.
Por mucho tiempo se creyó que el cacao era originario de Mesoamérica. La importancia que tuvo esta planta para los olmecas, mokayas y mayas está bien documentada. Sin embargo, estudios genéticos y arqueológicos realizados en las últimas décadas muestran otro panorama.
Tal como explicamos en el artículo sobre el rocoto, un requisito clave para determinar el centro de origen de un cultivo es la presencia de parientes silvestres. En el caso del cacao, la región superior del río Amazonas, entre Ecuador, Perú y Colombia, concentra la mayor diversidad de especies de Theobroma y su pariente silvestre, Herrania. Sin embargo, no necesariamente el centro de origen coincide con el lugar de domesticación de una especie1.
El río Chinchipe cruza todo el norte del departamento de Cajamarca hasta desembocar en el río Marañón. Nace en Ecuador como el río Mayo. A lo largo de su trayecto se desarrolló una cultura contemporánea con Caral que lleva el nombre de estos tres ríos. En 2002 se descubrió un importante centro ceremonial en la zona de Santa Ana - La Florida (cantón Palanda, Ecuador). Pruebas de radiocarbono indicaron que este sitio estuvo ocupado hace más de 5000 años. Análisis posteriores evidenciaron la presencia de teobromina, almidón y ADN de cacao en vasijas ceremoniales de esa misma antigüedad. Un claro indicio que esta planta era usada y consumida en la Amazonía un milenio antes que en Mesoamérica.
Tradicionalmente el cacao fue dividido en dos grupos o cultivares: el ‘criollo’, un cacao fino de sabor suave y aromático; y el ‘forastero’, muy amargo, robusto y más resistente a plagas. El híbrido natural de estos dos dio origen al ‘trinitario’. Esto cambió en 2008, cuando el Dr. Juan Carlos Motamayor y colaboradores realizaron un análisis molecular profundo a la diversidad genética del T. cacao. Empleando 106 marcadores microsatélites2 en 1241 poblaciones de cacao de toda América Latina identificaron diez grupos genéticos de cacao: Amelonado, Contamana, Criollo, Curaray, Guayanna, Iquitos, Marañón, Nacional, Nanay y Purús. El estudio también mostró una clara diferenciación entre el cacao de la cuenca amazónica y de Centroamérica.
¿Cómo se originaron tantos grupos genéticos? Un estudio publicado en 2012 sugiere que el cacao estaba ampliamente distribuido en la Amazonía occidental desde antes del último periodo de glaciación (o era de hielo) del Pleistoceno, que abarcó del 22 000 al 13 000 años antes del presente. Durante este periodo, la cuenca amazónica experimentó un enfriamiento significativo, combinado con una reducción de las lluvias y prolongadas sequías. Las plantas de cacao que crecían en pequeñas regiones aisladas con climas más favorables (refugios) se diferenciaron genéticamente. En la región de Iquitos se dio la mayor diversificación de la especie, siendo el principal candidato a ser el centro de origen de T. cacao.
Finalizada la glaciación, comenzó la dispersión del cacao mediada por el hombre, probablemente hace 11 200 años, después del poblamiento inicial de la Amazonía. Un pequeño grupo llegó al Pacífico ecuatoriano, donde se domesticó y dio origen al ancestro de la famosa variedad ‘Nacional’ que es reconocida por su fino aroma y calidad. Otro grupo migró hacia el oeste donde surgió el grupo ‘Amelonado’. Un ancestro del grupo ‘Curaray’ se diseminó hacia el norte llegando a Mesoamérica hace 4000 años, dando origen a la variedad ‘Criollo’3.
Las antiguas poblaciones amazónicas dieron preponderancia a la pulpa aromática y dulce del cacao, que también era fermentada para producir bebidas alcohólicas; mientras que en Mesoamérica les dieron uso a las semillas para producir el chocolate. Un estudio reciente muestra que hubo una interacción muy dinámica entre los pueblos amazónicos y sus vecinos del oeste y el norte a lo largo de la costa durante las primeras etapas de la agricultura. Se detectó genotipos de las variedades ‘Marañón’, ‘Contamana’ e ‘Iquitos´ en muestras de cacao originarias de la costa caribeña de Colombia (Puerto Hormiga y San Jacinto).
Actualmente, el sector del cacao se enfrenta a muchos desafíos como la baja productividad, plagas y enfermedades, contaminación por metales pesados como el cadmio, impactos del cambio climático y preocupaciones por la deforestación. Conocer la historia evolutiva de esta especie, así como la distribución de su diversidad genética y el conocimiento de sus genomas permitirán una mejor gestión y explotación de sus recursos genéticos para hacer frente a estas amenazas.
La domesticación es un proceso en el que los seres humanos cultivan plantas silvestres y seleccionan las características que les son más deseables, por ejemplo: frutos de mayor tamaño, mejor sabor o mayor resistencia a enfermedades. Con el tiempo, estas plantas se adaptan a vivir en ambientes controlados por humanos y se diferencian tanto de sus ancestros silvestres que dejan de ser sexualmente compatibles.
Los microsatélites son marcadores genéticos que consisten en patrones de dos o tres nucleótidos (p. ej.: CACACA, GATGATGAT) que se repiten una y otra vez. El número de repeticiones puede ayudar a diferenciar a un individuo de otro.
Recientemente se incluyó un nuevo grupo genético de cacao, ‘Caquetá’, que está más relacionado a la variedad ‘Criollo’.