Las papas transgénicas que migraron a África
Conoce la historia del desarrollo biotecnológico de la papa en Perú, que dio origen a la papa 3R, una variedad resistente al tizón tardío (rancha) que se prueba en África.
¿Se sembraron papas transgénicas en Perú? Sí… en la década de los noventa, aunque solo tuvo fines experimentales. Eran parte de las investigaciones científicas llevadas a cabo por el Centro Internacional de la Papa (CIP).
El CIP, cuya sede principal queda en La Molina (Lima, Perú), fue uno de los pioneros en el uso de la ingeniería genética para el mejoramiento de los cultivos en América Latina. Elaboraron protocolos de biotecnología y bioseguridad para la introducción de genes foráneos en el genoma de la papa y el camote, que fueron aprobados por el Ministerio de Agricultura en 19941. La finalidad fue conferir resistencia contra bacterias (Eriwnia, Ralstonia, entre otras), gusanos, virus y viroides que afectan estos cultivos.
Los ensayos se realizaron en campos experimentales ubicados en San Ramón, Huancayo, Ica, Arequipa y Tacna. Culminados los estudios, las papas transgénicas resultantes eran incineradas conforme a los protocolos de bioseguridad aprobados. En 1999 se suspendieron dichos experimentos debido a que en abril de ese año se promulgó la Ley N° 271042, que estableció las regulaciones —que a la fecha no se implementan— para la investigación y producción de organismos vivos modificados (OVM o transgénicos) en el territorio nacional.
A pesar de que no se podía experimentar con transgénicos, el CIP siguió adelante con sus investigaciones. Una de las áreas de estudio más destacadas fue determinar los mecanismos de resistencia de las papas al tizón tardío (conocido localmente como rancha), causada por el oomiceto Phytophthora infestans.
La infección provoca el marchitamiento de las hojas y la pudrición de los tubérculos durante el almacenamiento. Este patógeno arrasó con los cultivos de papa en toda Europa en la década de 1840, provocando una gran hambruna que causó la muerte de un millón de personas y la emigración de otro millón. Irlanda fue el país más afectado.
Las papas silvestres cuentan con genes que naturalmente le otorgan resistencia a P. infestans. No obstante, transferir esa resistencia a las variedades comerciales representa todo un desafío. Esto se debe a que las papas que consumimos (Solanum tuberosum) son tetraploides, es decir, contienen cuatro copias de su genoma, en contraste con sus parientes silvestres, que pueden ser diploides, triploides, incluso hexaploides.
Al realizar los cruces genéticos o la fusión de protoplastos, no solo se transfieren los genes de resistencia de las papas silvestres, sino también otros rasgos que pueden comprometer la calidad de las variedades comerciales. Eliminar estos genes no deseados es un proceso que requiere mucho tiempo.
Las técnicas de ingeniería genética proporcionan una herramienta ideal para transferir solo los genes deseados en las variedades élite existentes. En los laboratorios del CIP en Lima se perfeccionaron las técnicas de transformación genética de S. tuberosum con genes de resistencia de sus parientes silvestres.
En 2015, Román et al. lograron transformar papas de la variedad 'Desiree', susceptible a la rancha, con el gen RB de Solanum bulbocastanum, otorgándoles resistencia al patógeno en pruebas de infección en invernadero. En 2016, Orbegozo et al. realizaron un procedimiento similar con el gen Rpi-blb2, también de S. bulbocastanum. Y en 2017, consiguieron otra variedad de papa 'Desiree' resistente a la rancha mediante la introducción del gen Avr-vnt1 de Solanum venturii. Todos estos estudios se llevaron a cabo bajo la supervisión del Dr. Marc Ghislain3.
El siguiente paso lógico fue juntar (apilar) los tres genes de resistencia en una sola papa (de ahí el nombre 3R). Esto lo lograron en 2018, pero no en Perú sino en Uganda. Los resultados fueron impresionantes. Se transformaron dos variedades de papa populares en África: ‘Desiree’ y ‘Victoria’. Los rendimientos obtenidos fueron de 29 y 45 toneladas por hectárea, sin aplicar una sola gota de fungicida, que normalmente es de quince pulverizaciones por temporada. Las papas 3R se vienen probando en otros países como Kenia, Bangladesh, Indonesia y Nigeria.
Hay una pregunta que cae de madura: ¿por qué en Perú no aplicamos esta tecnología? La papa en nuestro país es uno de los cultivos que más fungicidas usa, especialmente Propineb (de contacto) y Metalaxil o Cymoxanil (sistémicos), que se aplica hasta dos veces por semana. A parte de generar un serio impacto al ambiente y la salud de los agricultores y consumidores, incrementa los costos de producción y, muchas veces, no protege por completo el cultivo.
La respuesta en el próximo artículo.
Resolución Ministerial N° 682-94-AG.
Ley de prevención de riesgos derivados del uso de la biotecnología.
En realidad, las papas transgénicas fueron obtenidas mucho antes, pero las publicaciones científicas aparecieron en los años mencionados en el párrafo.