#3 Transgénicos y biodiversidad: Efectos sobre la diversidad y abundancia de aves
Los cultivos transgénicos benefician a las aves insectívoras, pero no a las herbívoras.
Un reciente estudio publicado en Nature Sustainability indica que la adopción de cultivos transgénicos ejerce un efecto ligeramente positivo en la abundancia y diversidad de aves insectívoras, probablemente por la disminución en el uso de insecticidas. Sin embargo, las aves herbívoras experimentan un leve impacto negativo.
El estudio se realizó en Estados Unidos, el país con mayor extensión de cultivos transgénicos en el mundo, abarcando 74.41 millones de hectáreas (Mha), principalmente, maíz (35.70 Mha), soya (32.14 Mha) y algodón (4.02 Mha). Estos cultivos presentan dos características: la tolerancia a herbicidas y la resistencia a insectos plaga, que han modificado la forma cómo se realiza el manejo agronómico. Por un lado, se facilita el control de las malezas mediante el uso de herbicidas de amplio espectro, permitiendo la siembra directa (sin labranza); y por el otro, se reduce considerablemente el uso de insecticidas sintéticos.
Empleando los datos del North American Breeding Bird Survey (BBS), un programa de monitoreo a gran escala y a largo plazo diseñado para rastrear el estado y las tendencias de las poblaciones de aves en Estados Unidos, los investigadores evaluaron la diversidad y abundancia de aves en áreas con diferentes niveles de exposición a los cultivos transgénicos de maíz, soya y algodón.
En general, se observó un efecto ligeramente positivo por la adopción de cultivos transgénicos sobre la abundancia de aves, aunque con resultados heterogéneos según el tipo de cultivo. En el caso del maíz y el algodón, la diversidad de aves insectívoras se ve favorecida, especialmente en el algodón. Por el contrario, la abundancia relativa y la diversidad de aves herbívoras, como los gorriones que se alimentan de semillas, no se ven afectadas (en el maíz y algodón) o se ven negativamente afectadas (en la soya).
Según los investigadores, los cultivos transgénicos diseñados para resistir plagas reducen la necesidad de pesticidas sintéticos, proporcionando un hábitat más adecuado para los insectos y, por ende, para las aves que se alimentan de ellos. Además, las aves están menos expuestas a estas sustancias tóxicas, lo que favorece su supervivencia y reproducción. Por otro lado, los cultivos transgénicos que toleran herbicidas reducen la vegetación y la presencia de plantas no objetivo (muchas consideradas como malezas), que son una fuente de alimento para las aves herbívoras.
Este enfoque observacional permitió captar los efectos a corto y largo plazo del cambio en el manejo agronómico de los cultivos transgénicos. Además, se aprecia cómo esta tecnología reduce el impacto que tiene la agricultura industrial sobre la biodiversidad. Recordemos que la intensificación de la agricultura y el uso generalizado de pesticidas, incluidos los neonicotinoides, siguen impulsando el declive de la diversidad de las aves.
Una limitante de la investigación es que se evaluó el efecto sobre las aves comunes (las que forman parte del censo), pero no sobre las que son raramente observadas.
En conclusión, los cambios en el uso de pesticidas tras la adopción de cultivos transgénicos podrían ser la causa de los resultados observados. El uso de insecticidas y su toxicidad disminuyeron drásticamente en respuesta a la adopción de cultivos transgénicos; mientras que el uso de herbicidas de amplio espectro como el glifosato facilitaron la eliminación de todas las plantas que compiten con el cultivo de interés.
Estos resultados son muy interesantes para países con características similares al nuestro, donde la agricultura se basa en pequeñas parcelas, y el control de las malezas es más sencillo (incluso se puede hacer de forma manual). A esta escala los cultivos tolerantes a herbicidas no serían ventajosos, en cambio, los que son resistentes a plagas serían más adecuados, generando un impacto positivo en la diversidad y abundancia de aves.