Quién no ha sufrido un hecho traumático durante su vida, ya sea un accidente automovilístico, un terremoto, un asalto o una violación. Tal vez no a todos, pero sé que a la mayoría sí, por lo menos un asalto en la calle. ¿Les ha cambiado la forma como ven el mundo que los rodea?. Muchos me dirán que no porque es parte de la vida y a cualquiera le puede pasar. Sin embargo, hay personas en las que uno de estos acontecimientos los deja marcados para toda la vida, creándoles un miedo incontrolable o un trauma psicológico que no pueden superar. A este problema, en el mundo de la salud mental, se le conoce como Trastorno por Estrés Pos-Traumático (PTSD, por sus siglas en inglés). Este desorden es tan común y evolutivamente primitivo que hasta los animales lo pueden padecer. Por ejemplo, cuando un perrito ha sido maltratado por su dueño, es muy difícil que se te acerque para que lo acaricies, se alejan con el rabo entre las piernas, o se defienden ferozmente. En los humanos, se ven casos de